¿Hong Kong es un cuento chino o un arte marcial?

Hong Kong es un escenario de revueltas este año. La tierra de Jackie Chan está convulsionada desde la ultima iniciativa legislativa del gobierno de extraditar hongkoneses a tierra china para juzgarlos y procesarlos. Pero hay un agregado: se ha recrudecido el cuestionamiento de los nativos hongkoneses en elegir por sufragio universal al Jefe del ejecutivo local.

La ley de extradición china revolvió el statu quo de Hong Kong ante la respectiva gravedad del gobierno de Xi Jimpling de barrer con el famoso principio de "un país, dos sistemas" promovido por Deng Xiaoping en 1984. En ese momento, el presidente chino acordó con Margaret Thatcher que Hong Kong pase, progresivamente, a ser una región "administrativa especial" de China, con la particular condición de mantener su status de sistema capitalista de libre mercado. Allí los dos sistemas; el comunista chino y de libre mercado hongkones, en un pais: China.

Históricamente Hong Kong ha estado poblada por chinos que huyeron del régimen de Mao Zedong con el recrudecimiento de la Revolución Cultural de 1966. Hong Kong fue una verdadera capital de economía desarrollada y desenfrenada hasta hace pocos años. Sus ciudadanos no tenían especial interés en la participación del poder político. Sin embargo, en estos días se han manifestado 2 millones de hongkoneses (sobre una población de 7,2 millones), con el contraste histórico de tener mas pobreza que en otras épocas (20% de personas bajo linea de pobreza) y menor participación en el PBI chino (del 27 al 3% en 22 años).

En el dia de la fecha se celebra el quinto aniversario de la Revuelta de los paraguas. Esta marcha significó un precedente del movimiento prodemocrático de Hong Kong: dejaron a Xi Jimpling una carta de presentación de una sociedad mucho mas madura que en 1997. El lider chino aceptó la petición de elección por sufragio universal a un Jefe de ejecutivo hongkones con la condición de elegir los candidatos. Acto seguido, Carrie Lam fue electa y obedeció a la pax diplomática de Pekín hasta el día de la fecha, con importantes represiones que exacerbaron el odio y las diferencias de los nativos.

Nos dicen que hay una guerra comercial entre China y Estados Unidos. El Huawei y el Iphone, las decenas de conversaciones de Xi Jimpling y Trump en encuentros internacionales con aranceles norteamericanos como granadas, la ruta de seda contra la avanzada estadounidense globalizadora. La situación de Hong Konk levanto suspicacias en la participación y "agitación" del gobierno de Trump: el propio magnate dió tela para cortar a los chinos ante sus declaraciones en la Asamblea General de Naciones Unidas, pidiendo responsabilidad al presidente chino.

Se ha dicho que la "Civil Human Rights Front" ha estado detrás de las marchas. Se trata de una organización que ha recibido fondos del "National Endowment for Democracy" y este, según dicen algunos especialistas, tiene vinculaciones con nada mas ni nada menos que con la CIA. La relación entre Hong Kong y Estados Unidos tiene su pequeño antecedente en Taiwan, otro conflictivo territorio chino, que representa un importante foco aliado para Trump desde su asunción.

Hace semanas se asegura que manifestantes en Hong Kong cantaron el himno estadounidense, a la vez que exhibieron banderas del país y pidieron explícitamente que "Liberen a Hong Kong" entre más voces pidiendo por derechos humanos. El revés es incómodo para el gobierno de Xi Jimpling en tiempos de apogeo de la economía china, donde la apertura económica debe ser justificada en la práctica con muestras explícitas en calidad de libertades civiles (importantes estándares para la democracia liberal).

¿Es esto un cuento chino, o un arte marcial entre dos? Planteo el interrogante por las recién explicadas acusaciones del gobierno chino sobre la "genuina" salida a las calles de los ciudadanos; y también porque, una colonia tradicionalmente británica con intereses más económicos que democráticos, tiene de repente intereses agitados con la bandera de Estados Unidos. Jackie Chan solo declara ser chino entre su fortuna generada a base de Hollywood. ¿Qué pensará un verdadero hongkones?